LA ISLA DEL MIEDO
"Shutter Island" es la esperada nueva colaboración entre el ese pequeño gran genio llamado Scorsese y ese pequeño gran actor llamado DiCaprio, en un thriller intenso y emocionante que promete grandes dosis de cine del bueno, aunque también tramposo y artificioso que sucumbe a un guión absurdo en su parte final. Además, cuenta como todas las películas de su director con colaboradores ilustres como el director de fotografía Robert Richardson y la montadora Thelma Schoonmaker, y un reparto donde también aparecen gente de la talla de Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Max Von Sydow y las actrices Michelle Williams, Emily Mortimer o Patricia Clarkson.
Ambientada en 1954, “Shutter Island” nos presenta al marshal Teddy Daniels, quien investiga la desaparición de una asesina que se ha escapado del hospital mental donde se encontraba recluida y que podría estar escondida en la remota isla que da título a la cinta.
El planteamiento no puede ser más sugerente y durante la primera hora la intriga es convincente y nos atrapa por completo, pero poco a poco el guión se adentra por tierras movidizas provocando el distanciamiento con el espectador que finalmente quedará abrumado por los recovecos, manipulaciones y errores de una historia que por momentos se vuelve increíble (en el término negativo de la palabra) y finalmente carente de todo interés.
Y es una lástima, porque el resto de la película es espectacular. Desde la aparición de un elenco de actores magnífico donde destaca un brillante Leonardo DiCaprio, hasta la excelente selección musical efectuada para subrayar la acción, pasando por la magnífica puesta en escena de Scorsese donde se luce en multitud de ocasiones ofreciendo grandes dosis de acción, tensión y dramatismo, me vienen a la mente la escena inicial en la embarcación con un sabor a cine negro clásico, la belleza cruel de la lluvia de cenizas, la escena de la tormenta, los sueños de la guerra, la incursión en el pabellón de los enfermos más peligrosos o la resolución de la historia en la casa del lago, por citar algunos momentos que ofrecen despuntes de la genialidad del director que sin embargo no logra estar a la altura de sus Obras Maestras al depender en exceso de un texto algo torpe.
U.C. (Daniel Farriol)